A veces tienen que pasar cosas muy penca para que uno se de cuenta de las personas con las que está tratando, cosas como que dejen la cagá en tu casa, que no te pidan disculpas, que no les importe que tu estés celebrando tu cumpleaños y que igual tengas que limpiar tu y que no se dignen a ofrecerte a ayuda. Si bien esa experiencia fue bastante penca y no quiero explayarme mucho porque el tema ya me molesta, me hizo darme cuenta de muchas cosas y, sobretodo, de las personas que valen la pena. A lo mejor no serán mis mejores amigos y a lo mejor no han estado en toooooodas conmigo, pero puta que me aliviaron ese día.
En fin, mi mamá y toda su sabiduría me dijeron que estas experiencias para lo único que sirven es para aprender y ser más cuidadoso, cosa que definitivamente haré de aquí en adelante.
Bueno y pasando a otro tema.. ya se fue la tan esperaba (por algunos) Navidad. Yo no soy cristiana ni católica y para mi la Navidad no tienen ningún significado religioso, pero si es un tiempo que disfruto mucho junto a mi familia y a veces me pone un poco sentimental y nostálgica. Creo que el mejor regalo que tuve este año fue poder pasar una Navidad más con mis abuelitos. Si bien me dolió mucho ver a mis abuelita enferma, que la esté pasando más o menos porque le duele su espaldita, sé que en el fondo quería mucho venir a pasar estas fiestas con nosotros y yo estoy tan feliz de poder tenerlos juntos a mi una vez más. Me da pena, lógico.. pero es más la felicidad que siento que la pena que podría sentir. Aparte que mi mamá se mandó una cena exquisita como siempre lo hace y el viejito pascuero se portó excelente (una xbox 360° con kinect).. así que, qué mejor! Como siempre fue una maravillosa Navidad.
Y bueno.. se viene el fin de año, se viene el viaje al caribe, un nuevo año universitario... pero esa cosas quedarán para la siguiente entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario