miércoles, 28 de diciembre de 2016

De lo que fue el 2016

El 2016 fue un año bacán para mi. A pesar de que mundialmente ocurrieron cosas nefastas y no quiero sonar desconsiderada respecto a muchas muertes y muchos acontecimientos penca, no puedo negar que fue un buen año. 

Pude viajar a competir -que era algo que quería hacer hace mucho tiempo-, terminé mi carrera, tuve una práctica profesional bastante exitosa y que me hizo darme cuenta de que tengo dedos para el piano y que si logré algo con cuatro años y medio de formación "sociológica"; consolidé muchas amistades y estoy lograr, poco a poco, dejar ir a otras. Por las que duela, a veces el amor no todo lo puede y hay que dejar ir, porque se vienen nuevas cosas en la vida y todos estamos en etapas distintas. Si bien es algo que aún no logro meter bien en mi mindset, este año al menos logré asimilarlo. Fue un año de muchas victorias personales, de cerrar etapas y de darme cuenta de lo que soy capaz, lo cual me alegra mucho. En todas esas victorias me vi rodeada de gente orgullosa de mi, que compartía los mismos logros, que me acompañó en el camino y me apoyó. No puedo más que agradecida con elles, porque me hicieron feliz y porque puedo compartir mi vida con elles y estar en las suyas.

Creo que el balance es positivo, sin lugar a duda. Sin embargo, no puedo negar que parto este año 2017 con incertidumbre. El haber cerrado la etapa universitaria necesariamente significa el inicio de mi etapa laboral, lo que -como ya he dicho antes- me produce demasiada ansiedad, porque es algo que puedo controlar, pero hasta cierto punto. La verdad es que me da miedo. Si bien sé que tengo habilidades, me da miedo fallar, me da miedo ser not good enough, me da miedo lo que venga. Me siento muy insignificamente todavía, cuando converso con gente más grande y que lleva más tiempo en este mundo. Siento que me falta calle, siento que la voy a cagar. No puedo hacer caso omiso a esas emociones, aunque sean lo más normal del mundo. Me gustaría poder tener el control de la situación, poder saber que voy a trabajar bien y voy a poder hacer las cosas que quiero hacer -al corto plazo por lo menos, porque tampoco tengo mucha claridad-, pero sé que no puedo asegurarme todo. 

Seguramente esta entrada se lee muy estúpida hasta este punto. Me leo y me doy risa... pero en el fondo es lo que me pasa. No quiero ser menos, eso es todo. ¿Menos que quien? ¿Menos que qué? La verdad es que no sé. Probablemente son estándares que yo misma fijo y que solo están en mi cabeza. 

Espero que el año 2017 parta bien para todes, en todos los aspectos y que de una vez por todas derroquemos el patriarcado. Sería bacán, aunque sea mucho pedir.

Cambio y fuera, kkkkkjjjjj.

martes, 18 de octubre de 2016

De como es todo muy rápido

No quiero forzarme a escribir, a que salga un texto largo y hermoso. No quiero forzar lo que tengo que decir. Mañana me titulo, qué brigido como pasa el tiempo. Ya salí de la universidad, soy socióloga, algo que siempre quise ser (desde que me empezó a gustar la carrera, para ser exacta) pero que nunca pensé que llegaría el día de serlo. Qué raro se siente. Me siento hasta ajena. Siento que tengo que empezar a moverme, empezar a hacer lo que sea, validarme a mi misma en mi profesión. Qué paja, lo pienso y qué paja. No quiero tener que hacerlo. Es que todo es muy rápido. 

Creo que tengo que disfrutar esto primero, antes que cualquier otra cosa. Sin embargo, pensar tanto en el futuro no me deja hacerlo tan bien como debería. 

Cambio y fuera, kkkkjjjjj.

lunes, 18 de abril de 2016

Del mundo laboral

Creo que lo mencioné en mi entrada anterior, pero empecé el mes pasado (Marzo) mi práctica profesional y siento que tengo que referirme a todo lo que eso me provoca, por son como sentimientos encontrados. 

Por una parte, me encanta estar terminando la universidad, porque siento que se abren muchas puertas más que hace tiempo que quería que se abrieran, como el irme a estudiar a afuera y vivir en otro país por un tiempo. Es que... el solo hecho de pensarlo hace que se me revuelva la guata de emoción. No estoy diciendo que sea una buena experiencia per se, pero es una experiencia que nunca he tenido y que de verdad quiero vivir. Además -alerta de comentario cliché- me carga Chile en este momento. No su gente, no sus paisajes y maravillosos lugares, pero me carga cómo se maneja el país. Está lleno de asquerosxs de mierda que lo único que hacen es robar plata y llenarse los bolsillos de avaricia, poder y más dinero... y de verdad me gustaría alejarme un poco de eso. No digo que no vaya a existir lo mismo en otro lugares (de hecho, si me voy a vivir afuera me gustaría que fuera un país anglosajón... y esxs giles tienen historia larga de corrupción y tonteras), pero me gustaría ver de qué me estoy perdiendo y volver con herramientas que me permitan hacer algo por este país de mierda, porque obviamente voy a volver, soy muy mamona como para no hacerlo. 

También me encanta el poder acercarme cada vez más a ganar mi plata, a tener mis cosas, aunque ahora no me estén pagando ni un puto peso y me sienta terriblemente explotada (no por la cantidad de trabajo, sino porque me parece poco ético no pagarle a alguien por hacer un trabajo, independiente de si salió ayer o hace 500 años de la universidad). Me gusta la idea de poder tener mis cosas, de no pedirle más plata ni a mi mamá ni a mi papá, porque a los 23 años de vida que tengo... puta que se siente barsa andar pidiéndole mesada a tus papás. Además, se viene la universidad de mi hermano, se vienen muchos más gastos para mis queridxs padres... ser una carga menos de verdad es una situación a futuro que espero que llegue pronto. Me gusta también el poder regalonear a mis papás, a mi pololo, etc. Comprarles cosas, regalarles algo o simplemente poder dividir una cuenta de restaurant por la mitad y no pasar sólo 1/5 me haría muy feliz, y me dejaría tranquila.

Sin embargo (tenía que hacer un pero en toda esta maravilla), ambos dos puntos que mencione anteriormente y que me gustan mucho me dan miedo al mismo tiempo. Bueno, no sé si miedo es la palabra exacta pero... ansiedad. Con toda la maravilla vienen responsabilidad e incertidumbre. Porque sí, me quiero ir a vivir afuera, pero ¿cómo voy a vivir afuera? ¿podré pagar todo? ¿me voy a ir sola o con mi pololo? ¿con quien voy a vivir? ¿me va a gustar? Es inevitable que surjan dudas... pero realmente prefiero no calentarme mucho la cabeza con eso, porque sino mis niveles de ansiedad van a subir demasiado y no, nadie quiere eso. Otra cosa que me preocupa caleta es la monotonía, es vivir para trabajar. O sea... me gusta mi carrera, me encanta la sociología... pero también me gusta dibujar, bailar, hacer ejercicio, cantar, salir, explorar, etc.... y no quiero que todo mi tiempo y energías se vayan en trabajar. Es más, me rehúso rotundamente. Por lo mismo, he tratado de practicar más mi dibujo (porque dibujar siempre ha sido uno de mis sueños frustrados), al menos una o dos veces por semana; he tratado también de no dejar de ir a entrenar por más paja que me de, primero porque se viene el Panamericano y segundo porque no no más. Se me viene a la mente una conversación que tuve con mi pololo cuando recién empezó a trabajar, en la cual me decía que se rehusaba a que su día terminada después de ir a trabajar, por lo que SIEMPRE se empujaba a si mismo a ir a entrenar o hacer otra cosa, por más en la mierda que estuviera. Al final, aunque cueste, creo que el hacer tu vida... porque en el fondo eso es, tener una vida aparte de producirle a alguien, repercute de forma positiva en ti... te hace una persona menos miserable, con una vida más significativa... al menos eso quiero creer.

En fin... la práctica me ha hecho pensar caleta en mi vida en este último tiempo y la verdad es que la estoy disfrutando harto. Siempre hay bajos, como el hecho de que toda la pega que llevaba hecha hasta ahora la voy a tener que hacer de nuevo y estoy perdiendo el tiempo aquí, escribiendo... pero puta, son detalles. 

Creo que mejor me voy a leer... o a dormir en su defecto, kkkkkjjjjjjj.

PD: Valgo mierda "cerrando" mis entradas, perdón ser que estas leyendo... si es que existes.

domingo, 20 de marzo de 2016

De como termino haciendo cosas que nunca pensé que haría.

Así es, una cambia constantemente a lo largo del tiempo y a veces mirar hacia atrás y comparar lo que una es ahora versus lo que fue, es cuatico. Para mi, hace fácil cinco años atrás, el deporte no era un tema, me cargaba hacerlo y nunca sentí que tuviera que incorporarlo a mi vida... discurso absolutamente distinto al que podría estar dando ahora, en que llevo casi tres años practicando tae-kwon do y estoy en medio de la preparación para ir a competir a un panamericano a Buenos Aires. 

Quien lo diría, ¿verdad? Todavía me es un poco extraño el momento en tomé la decisión de ir, quizás porque nunca me paré y dije "sí, voy", pero en el fondo sabía que este sería un momento propicio considerando que estoy ad portas de terminar mi carrera y en el futuro tendría que preocuparme de trabajar, de irme a estudiar, de otros proyectos futuros que me mantendrían ocupada. Entonces, sabía que tenía que tenía que hacerlo ahora. Y la verdad es que ha sido... ¿extraño? Hay cosas frente a las cuales aún me siento lejana, como preocuparme de lo que como o no, de mantener un peso en particular para poder estar en la categoría en la que me siento más cómoda combatiendo (porque, creanme, en una patada o en un puño se sienten los dos o tres kilos de diferencia con la otra competidora). En realidad, la cuestión de las comidas en particular me ha sido extremadamente difícil, y creo que es lo que más me preocupa en realidad. Lo físico lo disfruto, el entrenar seis veces a la semana me encanta. Me canso... si, caleta, pero me encanta. En este momento, no sé si en mayo siga con el entusiasmo que tengo actualmente, pero eso no me tiene muy preocupada, el tema de la comida si.

Me es difícil no engañarme a mi misma, me es difícil preocuparme de lo que como porque, en realidad, jamás en mi vida lo he hecho. Tengo un metabolismo relativamente rápido, nunca he sido gorda ni nada por el estilo, la cuestión de la comida no ha sido tema para mi en cuanto a lo estético (porque en temas de salud, desde que soy intolerante a la lactosa he tenido que ser más precavida con lo que como por razones obvias), por lo que esto de cuidarme en pos del deporte, es toda una experiencia para mi. Y la verdad es que me complica, y harto. Como ya dije, me es difícil dejar de engañarme, aún no me acostumbro a pensar de qué forma va a afectarme lo que estoy comiendo o no... no sé, es una paja a ratos. 

Y no es que no tenga voluntad para hacer... ¿o quizás si es un tema de voluntad? La verdad es que no sé. Sólo se que me cuesta. Creo que es una cuestión con la que, con tiempo, comenzaré a lidiar mejor.

Sólo quería escribir como voy con todo esto del Panamericano, y creo que lo seguiré haciendo... kkkkjjjjjj.

martes, 8 de marzo de 2016

De como vuelvo.

Oh, que brigido escribir aquí después de tanto tiempo. Ya pasó un año y varios meses desde la última entrada y una conversación banal con mi amigo Vicente hizo que crecieran un poquito las ganas de volver a revivir este blog como lo que siempre ha sido, un lugar para sacarme lo que pienso de encima, de exteriorizar ese ser mío tan ansioso, paranoico y bueno para divagar. Con una esas características me parece que es algo completamente necesario. La verdad es que no sé por donde partir, tampoco quiero extenderme mucho... las cosas han cambiado mucho, estoy por salir de la universidad (la próxima semana empiezo mi práctica) y mis niveles de ansiedad al respecto están bastante altos. Me da miedo no cumplir, aproximarme al "mundo laboral" y no tener puta idea de qué hacer. No quiero que el miedo me paralice y obviamente no voy a dejar que lo haga, pero no puedo renegar de la ansiedad que tengo. Pronto empezaré una nueva etapa para la cual me sigo sintiendo muy chica. ¿23 años no es muy poco tiempo como para empezar a verlas por ti misma? No, la verdad es que no... pero puta, estoy segura de que costará hacer el cambio. 

Prometo a mi misma ser más constante en este espacio, darme el tiempo de escribir(me) y botar las cosas que he estado acumulando, antes de volverme loca (tampoco es que pasen puras cosas terribles en la vida, pero se entiende).

Cambio y fuera, kkkkjjjj.