Hoy cuando fui a la consulta del Gaspar como me corresponde todas las semanas y empezamos a hablar de mi cumpleaños, la verdad es que me tragué las lágrimas para no empezar a llorar a los cinco minutos de haber entrado a la consulta... aunque bueno, pasó un rato y ya no lo pude evitar. Siempre espero algo lindo para mi cumpleaños, que la gente que no quiero que esté lejos de mi en ese día especial se haga presente a pesar de todo... como me dijo un amigo, espero lo que creo que me merezco. Si bien no puedo desmerecer todo lo que recibí ayer (bueno, antes de ayer pero para mi los días terminan cuando me voy a dormir), tuve muchas decepciones y lloré más que nunca en un cumpleaños. Estuve en mi casa todo el día por elección propia, la verdad es que quería que me vinieran a ver y me regalonearan porque era mi día, podía hacer lo que yo quisiera. Llegaron las de siempre, las que nunca en la puta vida me han dejado: la Pansha y la Luly. Como las amo, no se imaginan lo feliz que me hizo ver que a pesar de tener exámenes, a pesar de haber salido de un día pajero de trabajo, se pegaron el pique hasta Huechuraba, me compraron regalitos bonitos y deliciosos y vinieron a pasar la tarde conmigo. Sin embargo, otras personas que quise que estuvieran conmigo no lo hicieron y la dura que entiendo. Yo siempre entiendo y creo que la gente abusa un poco de eso. Entiendo tanto que creen que da lo mismo que no me hayan ido a ver a mi cumpleaños, un día que yo quería pasar acompañada de mis seres queridos porque este año ha sido de perro y porque puta, no se cumplen veinte años todos los días, no se cambia de folio todos los días. Además, agreguemos que mi mamá se fue a Coyhaique ese mismo día en la mañana y mi casa sin un miembro de la familia se siente más sola que mierda. En fin, la verdad es que fue un cumpleaños "tranquilo", bien llorado y bien comido. Me hubiesen gustado muchas cosas que no tuve, pero creo que ya no tengo que mirar más hacia el pasado. Las cosas pasaron y pasan por algo, ahora seguiré el consejo que me dio el Gaspar de mandar a la chucha a quien quiero mandar a la chucha y no quedarme yo con la pena metida adentro, tratando de justificar y entender, entender hasta el punto en que la pena se me interiorice y manifieste en miedos, sueños pencas, malas volás, porque al parecer así estoy funcionando yo.
Aaaaaaah, siento que tengo tanto trabajo por hacer, tantas cosas que cambiar, tantas opciones, tantas formas de comenzar una vida nueva. La verdad es que me arrepiento de habérmelas dado de bacán un tiempo largo de mi vida y haberle dado la espalda a todas las cosas que me dolían, que me hacían sentir mal, que me sacaban lágrimas... solo por el hecho de que creía que era para débiles sentirse mal por las cosas. Qué tooooooooooooooooonta fui, pero ya lo fui y lo que resta es seguir adelante, con la mirada en algo y dando lo mejor de mi.
Eso si, me eximí de todos mis ramos menos teoría. La hice locoooooooooooooooooooooooo.
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