No pienso en el catorce de febrero como una fecha importante y que deba celebrarse... es más, considero que es una fecha que se inventó para que la gente consuma más, pero con un pretexto bueno. De todos modos, para una persona como yo, es medio raro ver a tantas parejas por la calle. Primero porque parecen multiplicarse en estas fechas, segundo porque terminé hace poco y me he sentido bastante sola este último tiempo. Argh, si sé que es cuento repetido en este blog... pero ¿qué puedo hacer ante esas emociones? Me siento más sola que un dedo, y típico que una en esas situaciones una se pone a pensar que nunca va a encontrar a alguien, que todo será muy miserable, etc. y es bastante complicado sacar esos pensamientos de la cabeza cuando tienes una mamá que te pregunta bastante seguido: "¿Y cuando vas a tener un pololo?", "¿Y no tienes ningún pinche por ahí?", "¿No te gusta nadie?", "¿Por qué terminaste con x? Si era super tierno", etc. No puedo evitar, ante esos comentarios, pensar en que quizás debería volver con él, en que hay que conformarse, en que no puedo seguir estando sola, etc. Y en realidad me gusta estar sola en cierto sentido, porque tengo mucho tiempo para entrenar, para salir con mis amigos, para hacer nada, para estudiar cuando sea necesario, etc. Sin embargo existe una parte de mi que si quiere esas tonteras de las relaciones de pareja, que si quiere estar con alguien, que ya está aburrida de que las cosas no resulten. Ya llevo como tres o cuatro relaciones frustradas... y estar escribiendo sobre esto me hace sentir una amargada culiá. De todos modos quería plasmar lo frustrada que me siento y dejar constancia de lo mamona que estoy, de que quiero estar con alguien y que las cosas resulten, no seguir siendo la segunda opción, la "patas negras", o cualquier otra derivación, porque no me merezco eso. Ni yo ni nadie.
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