Series como "Soltera otra vez" te lavan el cerebro. Sí, así es. Te muestran un amor romántico donde, después de miles de problemas, las cosas se vuelven color de rosas y llega el príncipe azul para estar contigo toda tu vida (en monogamia, claro está), teniendo hijos hermosos y viviendo un vida feliz en un sistema capitalista que "diseñó" ese tipo de amor para hacerlo absolutamente funcional a sí mismo. Él que venga a intentar decirme que la monogamia no es funcional al sistema, que se calle porque no lo voy a escuchar (mentira, soy abierta a las discusiones pero quería exagerar).
Bueno, pero... ¿a qué voy con esto? A que a pesar de que soy muy consciente de los estragos que producen esta y otras cosas en mi cabeza cuando se trata de relaciones, no puedo evitar encontrarme a misma deseando que las cosas den un giro inesperado, que llegue la persona en cuestión, me diga: "Me equivoqué", nos demos un beso (si estamos juntos físicamente hablando, claro) y todo salga a la perfección. Si, muchas veces me he encontrado a mi misma, media dormida y media despierta, deseando que otra persona me quiera y me corresponda, deseando que las cosas hubiesen dado otro giro, deseando cambiar los sentimientos de otra persona. ¿Qué pretendo? ¿Acaso creo que con la "fuerza de mis pensamientos" voy a lograr que la persona en cuestión cambie sus sentimientos por mí? ¿Acaso creo que voy a lograr que los planetas se alineen y todo salga como yo quiero? Si, la verdad es que por una milésima de segundo (o un poquito más) lo creo. Lo creo enserio. Y después vuelvo a mis cabales, vuelvo a darme cuenta de que no porque una persona te haya dicho que cree que va a pasar x cosa, eso vaya a pasar de verdad.
La verdad es que a ratos me siento abrumada por estas ganas de querer estar con alguien (para no decir nombres, porque en verdad quiero estar con él) y de lo sola que me siento en cuanto a relaciones amorosas. Creo que he sido paciente. Sí, considero que todo llega a su tiempo, pero debo admitir que estoy un poco aburrida de esperar.
No sé... hay muchas cosas que me han cambiado el panorama demasiado en muy poco tiempo. Como el hecho de que el único amigo con quien sentía que de verdad iba a poder conservar una amistad sin que él gustase de mi ni viceversa, resultó convertirse en una mera ilusión hace un par de días. ¿Uno da lo que recibe? ¿Tiene razón, una vez más, Jorge Drexler?
Esto ya perdió toda coherencia, no quiero dársela tampoco. Prefiero ir a dormir y esperar que los días pasen rápido, para que llegue el momento en que las cosas resulte como yo quiero. Así, bien egoísta.
PUTA QUE ANDO EMO POR LA CHUCHA!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario